Golfillo era un perro que vivió toda su vida en un mínimo espacio, la dueña lo maltrataba a palo limpio cada vez que le mataba alguna gallina o se conseguía escapar a dar un paseo... El tiempo que estuvo con nosotros fue muy corto pero lo disfrutamos mucho por que era un perro muy cariñoso y nos encantaba llevarlo a correr por que podías ver como disfrutaba. Finalmente ha sido adoptado este mes de diciembre de 2012 por un señor de El Berrón, lo tiene en un finca inmensa, y lo cuida como a un hijo. Lo que más nos gustó de todo es que va a tener una finca de 35.000m2 para correr y jugar a sus anchas, sin ataduras ni maltrato.